Desde Aruba para Venezuela y el Mundo
Fragmento
"Dera Gay"
¿Qué podemos decir de las festividades de San Juan? En estas festividades, se advierten ciertas conjeturas sobre el posible origen de estas remotas fiestas. Son festividades del solsticio de verano o de invierno -dependiendo donde se esté-, donde se hace reverencia al sol -la luz del cielo-, y se le da jerarquía de divinidad benéfica; ya desde la más remota antigüedad dentro de una impresión cíclica de la existencia.
"Dera Gai”
La fiesta de San Juan Bautista, “Dera Gai” -“El Entierro del Gallo”-
Aruba, no se queda aislada en la celebración del día de San Juan. Aquí, celebramos esta fiesta al igual que en los otros países de la región. Se piensa que, por la cercanía de Venezuela con Aruba, esta tradición se traspasa de tierra firme a la insular, enriqueciéndose aquí, con costumbres y realidades propias de la isla. Es una fiesta de tradición -folclor- que se ha celebra, año tras año, desde la colonia. Posee trazos de los colonizadores europeos, de los indígenas de estas hermosas tierras americanas y de los negros; arrancados de raíz de los misterios del continente africano, para servir a los conquistadores como esclavos. Todos estos protagonistas, enriquecen la celebración del onomástico de San Juan Bautista, hasta llegar a ser lo que hoy día representa. Una fiesta folclórica, amparada, bendecida, por el manto protector de la iglesia católica. Nuestros antepasados de Aruba, bautizan esta fiesta como “Dera Gai”-Entierra al Gallo-
Caha di Orgel
Con canciones -"Dera e Gai, Dera e Gai. Pa Juan Maté. Dera e Gai, Dera e Gai, pa nos maté"- danzas alusivas a la fiesta tradicional; portando trajes coloreados de rojos sangre y amarillos mamey, alegres van entonando las notas que se fugan de la “Caha di Orgel” -pianola-, llenando los espacios de colores invisibles y así, bailan en compás del ritmo que le imprime el “wiri” -güiro-; invitándolos como en los viejos tiempos a bailar. Tiempo de antaño que el modernismo actual, en vano, ha tratado de borrar. La “Caha di Orgel” es una caja sonora en cuyo interior se encuentra un cilindro; sobre el mismo, miles de clavitos dispuestos de tal manera que, al girar sobre su eje, contacta las cuerdas y éstas emiten la melodía programada; en otras palabras, una peculiar pianola, bautizada por los Arubanos como “Caha di Orgel”. La misma se introduce en las islas -Aruba, Bonaire y Curazao- alrededor de 1880 procedente de Italia o España. Ésta, hoy día, se fabrica aquí en la isla por algunos artesanos que logran dominar el arte de fabricación de la misma, con excelentes resultados.
Este acontecimiento folclórico, se celebra anualmente en los centros comunales -“Centro di Bario”-; distribuidos por toda la extensión de esta bella isla del Caribe. La celebración es con comidas típicas arubanas: Pan Batí, Sòpi di Piscá, Bonchi,... acompañadas de bebidas fuertes caseras como el Coecoei, la Ponche Crema casera y otras bebidas importadas de otros lares. En el día de San Juan, también hay otras actividades como el palo encebado -“Palo Cebá”-. Es un palo encebado, en cuya punta -cima- se le coloca una calabaza -“Calbas”- o un gallo elaborado por los organizadores.
El Gallo simboliza, al portador de malas noticias.
El fin es, lograr alcanzar la calabaza o el gallo. También suelen enterrar, días antes, calabazas -simboliza al gallo- que, el día de la fiesta, los participantes en los eventos, trataran de desenterrar con un palo; teniendo para esto tres oportunidades. Anteriormente se enterraba un gallo vivo, dejándole solamente la cabeza por fuera. Con un machete trataban de decapitarlo, teniendo para este fin las mismas tres oportunidades. Quien logra decapitar al gallo, tiene el honor de escoger la dama, presente, de su preferencia, y así dan comienzo a los típicos bailes arubanos -el vals, la tumba, la mazurca,... -. Si analizamos las costumbres de otros países, podemos observar la similitud de este rito festivo. Todos, buscan una víctima propiciatoria; que pague en beneficio del bienestar de otro. Tal como ocurrió con San Juan y Jesucristo; al igual que los “Doce Toros” que sacrifican en España. Aquí en Aruba se sacrifica al gallo, por ser éste quien canta después de que apóstol Pedro niega conocer a Cristo por tres veces consecutivas. Por ser, éste -el gallo-, trasmisor de malas noticias. El folclore arubano, decapita al gallo y lo entierra; de esta manera no sigue trayendo malas nuevas. De ahí el nombre que se le da a la festividad de San Juan: “Dera Gai”. En los tiempos de ayer, los arubanos sacrificaban al gallo en favor de su cosecha; su pan de cada día. En el presente, este sacrificio es simbólico; la cosecha simboliza al pueblo “Rubiano” -arubano- y el gallo la victima propiciatoria.
La quema
Aparte de los bailes, cantos y competencias presentes, también se permite la quema. Anteriormente se quemaba un día antes de la festividad. El porqué, tiene su explicación: Los habitantes de entonces, moraban muy distantes los unos de los otros; por tal motivo, un día antes de la fiesta “Dera Gai”, quemaban para comunicarse entre sí, y así recordarse mutuamente que el día siguiente será la celebración. Este acto también representa, simbólicamente, la eliminación de todos los malos espíritus que, de una u otra manera dejaron huellas no deseadas el año anterior. Esa tradición queda y hoy, los modernos arubanos, aprovechan esa costumbre del ayer; queman basura u otros objetos no más necesarios, el día que antecede a Dera Gai.
Resumen
Todos los países iberoamericanos, desde México, pasando por Centroamérica, la cuenca del Caribe y Suramérica, influidos desde los tiempos de la colonización española, quienes con la espada opresora en una mano y una Santa Cruz en la otra; nos imponen a la iglesia católica y ella todas sus fiestas eclesiásticas. Esta es la razón más valedera del porqué celebramos a San Juan Bautista. Cada país, le agrega o le quita, dependiendo de las características de su folclore y cultura, aunque siempre conservando de una manera u otra a las “victimas propiciatorias sacrificadas, ritualmente, a favor de otro”. Cada país presenta su toque de originalidad, ninguno es idéntico en la forma de cómo celebran el Día de San Juan. Sin embargo, el porqué y la finalidad que se persigue, es la misma. San Juan Bautista, sin ninguna duda, es el santo que más se festeja, no-solo en el mundo iberoamericano, sino también en el resto de nuestro mundo.
Por: Marcos A Pellicer Ravelo
Fotos Tomadas de: Bon Dia Aruba, Ambiente y archivo personal.
martes, 11 de septiembre de 2007
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